«Permacultura» está lejos de ser una palabra que pueda definirse en una sola frase. A pesar de que podríamos intentar realizar una simplificación bruta y decir que es llanamente un sistema de diseño, la diversidad de puntos de vista y el alcance del término me hace sentir que tan simple definición no es suficiente para lograr entenderlo en su totalidad.
Suele confundirse con un sistema de cultivo o una forma de hacer agricultura, pero esto también me parece una definición muy reduccionista. La Permacultura no propone ningúna técnica concreta de cultivo, tan sólo sugiere ciertas técnicas imprescindibles en el manejo de la tierra (mulching, uso de recursos biológicos, creación de suelo). De hecho, se podrían usar diferentes métodos que incluyan estas técnicas, como cultivo biointensivo, biodinámico, sinérgico, y cualquier otro con el que se logre hacer una agricultura orgánica, que cuide y regenere la fertilidad y vida del suelo.
En un primer momento la Permacultura es entendida como cultivo permanente, donde el uso de plantas perennes y autosembrantes reduce el uso de plantas anuales, o más bien, se tiende a equilibrar la diversidad entre estos tipos de plantas para obtener cultivos que se asemejen más a los sistemas naturales.
La Permacultura no sólo es una manera de relacionarnos con la tierra y las plantas, sino también con los animales. Entiende a los sistemas naturales como un todo, donde cada parte tiene una función importante en el buen funcionamiento y equilibrio del todo. Los animales son una parte fundamental en la gestión del suelo, fertilidad de la tierra, y biodiversidad de los ecosistemas. No es posible quitarlos de la ecuación y conseguir los mismos resultados.
También de la relación entre las personas trata la Permacultura. O lo que algunos llaman Permacultura social. Cómo diseñamos nuestras relaciones para lograr establecer una cultura permanente. Esto no significa crear una cultura con características permanentes, sino crear una cultura adaptativa que sea capaz de permanecer en el tiempo. Cómo superar las adversidades adaptándonos a cada momento, y ser capaces de mantener las mismas funciones y relaciones para la supervivencia de la especie humana.
En pocas palabras, la Permacultura es un sistema complejo de diseño, que hace uso del sentido común, la observación y el aprendizaje del entorno, para crear una cultura adaptativa, a través de habitats sostenibles en el tiempo, estableciendo relaciones de amor y respeto por la tierra y toda vida en ella, relaciones de interdependencia en lugar de relaciones de dependencia. En definitiva, Permacultura es el diseño aplicado para ser más resilientes. Personas más resilientes, comunidades más resilientes.